Es en Suecia hacia finales del siglo XIX cuando un terapeuta llamado Thure Brandt elabora un método manual diagnóstico y terapéutico para tratar afecciones de los órganos del abdomen y particularmente la esfera genital.
Años más tarde el médico francés Glenard estudia en profundidad los órganos y vísceras del abdomen elaborando métodos para determinar las anomalías de funcionamiento. Para él, un abdomen normal es un abdomen elástico y homogéneo a la palpación, que no permite sentir la presencia de órganos.
Glenard calculó las amplitudes de los movimientos que hacen las vísceras. Determina que el hígado recorre a cada respiración un trayecto relacionado con el movimiento del diafragma. Si sumamos todos estos movimientos en un día el hígado recorrería un mínimo de 700 metros, de esta manera es fácil entender que si por el motivo que sea este recorre 200 , 50 o ningún metro su fisiología cambiará, alterando todas sus funciones.
Es ya entorno al 1970, cuando dos osteópatas franceses, Jean Pierre Barral y Pierre Mercier, descubren un ritmo propio de las vísceras. Llamaron a este movimiento "motilidad visceral", Esta motilidad es propia de cada órgano, diferenciándolo de la movilidad que es el movimiento de ese órgano con respecto a las demás estructuras.
El osteópata en su abordaje visceral tratará de darle a la víscera afectada su función adecuada liberándola de tensiones, compresiones o perturbaciones devolviéndole su motilidad y movilidad ideal con el fin de que todo el conjunto funcione armoniosamente.
Un abrazo
Fco. A. Legaspi
Fuentes:
http://www.phisios.com/search/label/motilidad%20visceral