miércoles, 5 de febrero de 2014

Vino tinto

A excepción del té, ninguna bebida está tan inextricablemente relacionada con la civilización humana como el vino. Ya Hipócrates decía de él : "El vino  es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con juicio y justa medida, según la constitución individual".  Y no vacilaba en recomendarlo para curar diversas enfermedades.
Incluso Louis Pasteur consideraba el vino como "el brebaje más sano y más higiénico que existe".

En un estudio realizado sobre los factores responsables de la mortalidad ligada a las enfermedades cardiacas, se demostró que los franceses a pesar de tener un aporte de materia grasa parecido al de los habitantes de Estados Unidos o del Reino Unido, tienen casi dos veces menos crisis cardiacas u otros accidentes coronarios responsables de muertes prematuras. La principal diferencia entre la dieta alimentaria francesa y la de los anglosajones es el consumo de vino, en especial el tinto. Esta es la llamada "paradoja francesa"

El vino tinto es una bebida muy compleja que contiene varios miles de compuestos fitoquímicos, entre ellos el resveratrol. Esta molécula, que únicamente se encuentra en cantidades apreciables en el vino tinto, posee múltiples acciones positivas sobre el sistema cardiovascular y sobre la prevención del cáncer, además retrasas el envejecimiento y ayuda a preservar las funciones cerebrales.

Sin embargo, la clave para aprovechar los beneficios del vino tinto es la moderación.
El consumo diario de uno o dos vasos de vino tinto, junto con una alimentación sana y rica en fruta y verdura, representa una de las mejores combinaciones actualmente conocidas para vivir mucho tiempo y con buena salud.

"Un poco de vino es un antídoto contra la muerte; en gran cantidad es el veneno de la vida"  
(Proverbio Persa)

Un abrazo

Fco. A. Legaspi



Fuentes:

Los alimentos contra el cáncer (Dr. Richard Béliveau y Dr. Denis Gingras)

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